Tengo los horarios cambiados. Entro a trabajar a las 8 de la noche y salgo a las 3 de la madrugada aproximadamente. Llego a mi casa y no me duermo. Durante el día trato de cansarme lo más que pueda con una rutina de gimnasio de 2 horas y demás cosas que, como persona que vive sola, me tengo que encargar de mi departamento. Trato de evitar en mi trabajo el mate, pero es casi imposible; tampoco tomo café, pero aún así me acuesto a las 4 de la mañana y me duermo mucho después.
¡No te reveles contra la naturaleza!, me dijo C., yo lo intenté y no se puede.
Entonces, una de esas noches que no podía conciliar mi sueño me pregunté: ¿es posible darse cuenta, concientemente, de cuándo uno se duerme? entonces empecé a preguntarme hacia mis interiores ¿a ver cuando me duermo?¿a ver cuando me duermo?
Imposible, me quedé dormida sin darme cuenta cuándo, pero por lo menos no tuve que contar ovejitas para hacerlo.
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