22 de abril de 2010

Por qué me tengo que mojar?



Ultimamente el pronóstico no es muy alentador que digamos, pero corresponde a la época del año en la que nos encontramos. Odio los paragüas. Es decir, llevarlos yo y los que me pasan al ras de los ojos y que me tengo que correr yo, porque los que lo llevan van en una nube y no se dan cuenta de las dimensiones que tienen los paragüas como para no clavártelo en cualquier parte. La mayoría de ellos igualmente les paso por abajo, porque soy bastante bajita de estatura. Pero lo peor de todo es que, como bien dice la palabra, para (verbo parar) agua (h2o) es para parar el agua, o sea, que tiene que caer dicho líquido para que se pare. Esto va directamente a aquellas personas que no saben utilizar el elemento en cuestión: no se va con paragüas por debajo de los techos, allí no cae ningún líquido!!! en todo caso, los techos sirven para aquellos renegados que no queremos usarlos. Además, no entiendo cuánto pueden llegar a cubrirse si en Capital, con el amontonamiento de gente que circula por las veredas, hay que ir esquivándolos, moviendo el paragüas de acá para allá, de arriba para abajo. Se terminan mojando igual, gente!!! Y yo, que me planché el pelo una vez en mi vida, y me tuve que mojar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario