13 de septiembre de 2011

No concuerda



Después de haber tomado, creo, unos tres taxis y haber ido de boliche en boliche, como dicen Los Náufragos (aquellos que tengan entre 40 a 60 años me entenderán) gracias a las RRPP de S. caímos en un antro que al principio prometía. Punchi, punchi, punchi y las chicas ya empezaban a moverse un poquito. A., F., J. y yo nos pusimos cerca de la barra, las típicas borrachas. Pero no era sólo por eso, sino porque estábamos cerca de la salida y porque a A. le había agarrado una fobia tremenda de adentrarse más al bar. A S. la perdimos, pero por ahí la vimos moviendo las cachas y la reconocimos por su sombrerito. La música venía bastante bien hasta que empezó el reggaeton. Aunque no me gusta, le puse onda. Pero toda una noche de reggaeton, cuando no es de tu agrado y siempre es el mismo compás, hacen que me ponga observadora. Y esta vez mis ojos se fijaron en las pantallas LCD que estaban detrás de la barra. Y de inmediato le comenté a A.: "Viste, la música que están pasando acá, en este momento, no concuerda nunca con el video que pasan en los televisores. Sino mirá, acá pasan Daddy Yankee y en el televisor están los Black Eyed Peas". Pero me di cuenta, en mis varias noches de salida, que no era sólo en ese lugar. También pasa en otros boliches, en los locales que venden televisores, hasta en los consultorios odontológicos. Por ello, largo otra campaña: empecemos a concordar las imágenes con los sonidos. Sino, a veces, no se le presta atención ni a uno ni al otro y menos con unas copas de más.

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